El Fideicomiso extranjero de Nueva Zelanda es una estructura formada por el fundador o donante que es no-residente de Nueva Zelanda, un fiduciario residente de Nueva Zelanda, y los beneficiarios, que serán normalmente no residentes en Nueva Zelanda.
Entre sus ventajas podemos mencionar:
– Ubicado en una jurisdicción que no es considerada como parte de la “lista de negra” o paraíso fiscal, con una política y economía estable.
– Exento de impuestos en Nueva Zelanda sobre todos los ingresos de fuente extranjera.
– No está sujeto al impuesto de Nueva Zelanda sobre ganancias de capital, aunque las ganancias se obtengan en Nueva Zelanda.
– Fácil acceso a los beneficios de los tratados de doble imposición firmados por Nueva Zelanda.
Con las limitaciones mínimas propias de los requisitos de divulgación de información.