Curso capacitación sobre Fideicomiso
#19 Diferencias entre el Fideicomiso y la Fundación de Interés Privado
En alcance a la aportación anterior, donde terminamos de explicar las ventajas del Fideicomiso, dentro del espacio abierto para el aprendizaje de los aspectos básicos de esta figura regulada, durante el período de resguardo impuesto todavía para algunos sectores por el COVID – 19; procedemos ahora a exponer las diferencias entre el Fideicomiso y la Fundación de Interés Privado:
“1.- Empezamos señalando que son dos estructuras jurídicas distintas que se rigen por Leyes diferentes, en el caso del Fideicomiso, por las Leyes 1 de 1984 y 21 de 2017; y, la Fundación, por la Ley 25 de 1995.
2.- Así mismo, el Fideicomiso es una operación regulada por el Estado, contenida en un contrato que puede ser público o privado; mientras que la Fundación es una entidad que debe inscribirse su Acta Fundacional en el Registro Público, para que ésta adquiera personalidad jurídica sin necesidad de ninguna autorización legal o administrativa.
3.- El Fideicomiso es administrado por el Fiduciario y la Fundación administrada por el denominado Consejo Fundacional, como órgano interno de ésta; destacando que en cuanto a la obligación y responsabilidad del Fiduciario (Fideicomiso) y del Consejo Fundacional (Fundación) de rendir cuentas y responder de la gestión y fin que le han sido encomendadas como buen padre de familia, el Fiduciario responde por la pérdida o deterioro de los bienes como resultado de la falta de diligencia en el destino de los mismos, mientras que en la Fundación, los miembros del Consejo Fundacional quedan exentos de esta responsabilidad siempre y cuando hayan recibido la autorización del Protector u órgano supervisor.
4.- En cuanto a los aportes al patrimonio que puedan constituir un fraude a los acreedores, para que éstos puedan interponer acciones legales para reivindicar su derecho sobre esos bienes y exigir la indemnización correspondiente, en el caso de la Fundación es de tres (3) años; y, en el del Fideicomiso no existe un periodo específico.
5.- Sobre el cambio del órgano de administración, la Fundación es más versátil que el Fideicomiso en cuanto a la remoción de su Consejo Fundacional, debiendo en el caso del Fiduciario, ajustarse a lo que establece la Ley para ser removido.
Debemos señalar que una figura no es más adecuada que la otra, debiéndose analizar las necesidades e intenciones del constituyente (Fideicomitente o Fundador) y del grado de complejidad de los componentes que formen la estructuración del patrimonio que se pretenda administrar.
Sin embargo, en cuanto a semejanzas debemos señalar que:
1.- El Fideicomiso y la Fundación, son estructuras de planificación y protección patrimonial que persiguen la administración y un fin específico en su patrimonio, el cual puede constituirse con bienes de cualquier naturaleza y se forma aparte del patrimonio de sus constituyentes, del Fideicomitente y del Fundador, respectivamente en cada caso; y, en consecuencia, ajeno a las obligaciones individuales de ellos.
2.- En el tema hereditario, igualmente la Fundación surge como una alternativa al testamento y al Fideicomiso Testamentario, ya que puede resguardar los bienes y patrimonio de la familia, de forma irrevocable a la muerte del Fundador, permitiendo que la misma siga operando por varias generaciones familiares, según los señalamientos e instrucciones del Fundador o Protector establecidos en el Reglamento Fundacional.”
En la próxima ilustración, tocaremos las diferencias entre el Fideicomiso y la Sociedad Anónima en Panamá.
Reiterándoles el deseo de acompañarles durante este proceso; y, convencidos de que detrás de una crisis, se encuentra un mundo de oportunidades para quienes están preparados para identificarlas, nos suscribimos,
FERNANDO SUCRE MÍGUEZ
Presidente Ejecutivo de Central Fiduciaria, S.A.